En el corazón de la antigua Neapolis, cerca del Decumano Maggiore reconocido como Patrimonio de la UNESCO, la fábrica Limoné ofrece con su producción sabores y aromas de la tradición auténtica.

Limoné es mucho más que una simple fábrica de licores: nosotros queremos preservar las tradiciones traspasadas de generación en generación, para redescubrir juntos los sabores y los aromas de la tradición. Una empresa que fuera capaz de restablecer las tradiciones donde esas nacieron: esto era el proyecto de Limoné. La idea es todavía la misma. Limoné es el lugar en donde se puede encontrar el sabor auténtico de la producción artesanal y los aromas de los licores caseros.

El limoncello, las cremas, el rucolino (Licor de rucola), el finocchietto (Licor de hinojo silvestre) y los babà (postres napolitanos) son solo algunos de los productos que dieron notoriedad a la marca de la empresa.
El secreto del éxito ha sido el hecho de privilegiar el proceso productivo artesanal y la utilización de recetas tradicionales.

Limoné ha logrado resultados considerables principalmente a través de la atención por la calidad de los productos, reconocida a nivel internacional. Por esa razón las guías de viajes más importantes de la ciudad de Nápoles (Routard, Lonely Planet, Hachette, Dumont) nos señalan entre los lugares más característicos del centro antiguo de la ciudad. La fabrica empezó con la producción de pocos licores y a través de una continua innovación ha ampliado el numero de productos a partir de la recetas tradicionales.

El licor mas conocido es el limoncello que se produce con una antigua receta de familia. Es el limoncello hecho con el limón “verdello”, que tiene excelentes calidades digestivas y que no lleva adictivos químicos. Cada limón se pela a la mano con el pelador así como se hacia en casa. Los limones se cultivan sin adictivos químicos ni tampoco fitofármacos en los Campi Flegrei.